Por Isaac Ferreras
Es triste ver cómo muchos de nuestra juventud están muy desviados hoy en día, es como si estuvieran viviendo sin sentido y sin propósito.
Dentro de todos estos males que permea nuestra juventud, hay uno que me ha llamado mucho la atención. Y, son las carreras de motocicletas clandestinas, que no son tan clandestinas.
En videos que circulan en redes sociales, se puede apreciar cómo la juventud pierde la vida echando carreras en motocicletas. Donde se desplazan a altas velocidades en carreteras, avenidas y autopistas, sin ningún tipo de protección, violando todas las leyes de tránsito.
Pero esto no es lo sorprendente, lo sorprendente es que hoy se mata uno, y mañana salen 10 haciendo la misma práctica, es como si fueran una especie de kamikazes, sin ningún amor a sus propias vidas ni a las de los demás. Son una especie de terroristas, al volante.
No entiendo cómo, si este flagelo ha ido creciendo a través de los años, las autoridades no hacen nada al respecto, ni las autoridades nacionales, pero mucho menos se ven acciones desde nuestras autoridades locales como alcaldes y regidores. Todos hacen caso omiso a esta gran problemática que no es tan difícil de resolver.
Vemos cómo negocios, mecánicos, personas particulares promueven estas carreras en redes sociales y ni la policía ni ninguna instancia gubernamental actúa al respecto.
Es como si una persona expresará por las redes sociales y promocionara que vende drogas, sabiendo él que es ilegal la venta, pero él lo hace, pero peor aún las autoridades no le dijeran nada.
¿Hasta cuándo se permitirán estas malas prácticas, y seguiremos perdiendo jóvenes?
Uno no quiere que se pierdan vidas, y menos de personas jóvenes, pero si ya ellos están decididos a morir, que lo hagan solos. Lo malo es que a veces terminan matando a ciudadanos y personas de bien que andan circulando en las calles.
El municipio de Cabral, provincia Barahona, es un claro ejemplo de esto que escribo, donde muchos jóvenes han perdido la vida de manera horrorosa, donde quedan mutilados, y otros jóvenes valerosos y de buen vivir les han arrebatado la vida debido a estas malas prácticas.
Hay que exigir a las autoridades que tomen cartas en el asunto. Que tomen acciones en contra de estos antisociales, pero que lo hagan con mano dura.
No es difícil desarticular estos grupos que incurren en estas malas prácticas, ya que existen páginas de redes sociales donde ellos mismos proporcionan y se exhiben haciendo estas carreras clandestinas, que para mí de clandestinas no tienen nada, porque lo hacen a la luz de todos.
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