Octavio Peña
¡Y otra vez la Policía Nacional! Mientras en todo el mundo se conmemoraba el día internacional de la clase trabajadora, con diversas manifestaciones de participación masiva y diversas magnitudes, una familia de la familia de la República Dominicana, buscaba de manera desesperada un miembro de su familia, sin esperar que su trágico final, sea morir a manos de la Policía Nacional, luego de ser detenido en una plaza pública y conducido en rol de detenido al destacamento de Naco, del distrito nacional.
No acabamos de cumplir un año del asesinato de la pareja de esposo de Villa Altagracia, no llevamos ni un mes de mes del crimen del peluquero de Santiago, días del horrendo crímen al indefenso José Gregorio Custodio, en San José de Ocoa y ahora nos vuelve a estremecer otro, de un dominicano, humilde, trabajador, profesional y profesor de educación física.
El vil crimen contra David a una estela de hechos similares por ese cuerpo del «orden», perdón del desorden llamada Policía Nacional, son innumerables los cuerpos que han sido víctima fatales de agentes que están llamado a darle protección y seguridad a la ciudadanía.
Pero no, ellos nacieron torcidos y jamás han vuelto a enderezar, su génesis fue la represión, su génesis fue proteger un régimen que tiñó de sangre los 48,400 kilómetros cuadrados de toda nuestra geografía y un chin más.
Lamentablemente la policía y sus jefes no han sabido hacer el transfer, o el crosover como dicen en la NBA, ha seguido una ruta y ni los grandes cambios instituciones que ha tenido el país y el mundo ha sido capaz de que ellos conecten con otra realidad y otros tiempos, que ameritan otras formas de actuar.
La sociedad Dominicana históricamente fiel creyente, sin temor a equivocarme en lo divino y espiritual ya levantó todas las plegarias a sus santos, incluyendo a San Judas Tadeo, patrón de la Policía Nacional, para que se acaben de una vez y por todas todos sus abusos y violaciones a los derechos humanos, pero han sido en vano, cómo sabemos de manera personal que es un asunto de políticas públicas y de disolver una institución que socialmente cumplió su ciclo en la sociedad Dominicana.
Debe existir una plegarias Ciudadana de manera unánime dirigida al presidente de la República Dominicana, Luis Abinader Corona, esa no es la Policía que se merece este Pueblo, este País, no es digno de una Policía que fue el soporte de una dictadura que hizo cementerio en cada esquina de la geografía nacional, este país no merece una policía que se constituyó en un organismo paramilitar para masacrar jóvenes que habían defendido el suelo Patrio de la afrenta invasoras norteamérica en el año 1965, este pueblo de hombres y mujeres humilde, trabajadores/as no es digno de una policía que actúa de espalda a su razón en estos tiempos.
La plegaria señor presidente está lanzada, mientras exista esa Policía, pues seguiremos llevando luto no solamente a Ocoa, a Santiago, a la Distrito Nacional, sino que la sangre y el dolor seguira recorriendo toda la geografía nacional, porque su modo operandi es el que ellos (PN), han enseñado y seguirán enseñando, hasta que alguien que esté instalado en la avenida México con delgado, diga: No más Policía Nacional ! Y así podríamos decir cómo reza un refrán muy popular en el argo popular Dominicano : Muerto el Perro ( en este caso la P.N), y se acabó la rabia( en este caso las violaciones de derechos humanos y los crímenes a ciudadano indefensos).
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