AMENAZAS FITOZOOSANITARIAS

Ing. Luis R. Rodríguez, MSc

El sábado 15 del presente mes tuve el placer de participar como invitado en el programa Meridiano Agropecuario que dirigen los Dres. Sergio Ibarra y Willian Pichardo.

Mientras hablábamos acerca de los desafíos que enfrenta el sector, salió a resaltar el de la protección del patrimonio fitozoosanitario del país mediante amplios programas de prevención epidemiológica frente a la posible entrada de plagas y enfermedades exógenas cuya importancia económica pueda llegar a generar un alto riesgo para nuestra agricultura.

Cuando el Dr. Pichardo me preguntó acerca de cuáles, a mi juicio, eran las principales amenazas sanitarias para nuestra agropecuaria empecé por identificar a la polilla minadora del tomate (Tuta absoluta) pero el dinamismo de la entrevista y lo fugaz del tiempo en televisión, no me permitieron explicar más ampliamente la respuesta a tan interesante pregunta.

Por tal motivo, aprovecho este medio para dar a conocer las principales plagas y enfermedades que a mi juicio representan un alto riesgo para nuestra agricultura.

1. Fiebre Porcina Africana

Esta enfermedad ha vuelto a penetrar al país luego de 43 años. En aquella oportunidad, para su erradicación hubo de eliminarse la población total de cerdos.

Hoy día, con la enfermedad en progreso, continuamos con un protocolo de eliminación de cerdos en las granjas donde aparecen brotes de la enfermedad, invirtiéndose hasta el momento alrededor de 1,000 millones de pesos en indemnizaciones a los productores.

No tenemos certeza de cuándo la erradicaremos ni cuánto habremos de invertir en el proceso que es muy seguro tendrá que llevarse a cabo en toda la isla ya que se detectó en Haití en septiembre del año pasado.

2. Fiebre Aftosa

Esta es una enfermedad viral altamente contagiosa que ataca el ganado bovino, porcino y otros ungulados. Se caracteriza por fiebre alta y dolorosas úlceras en forma de ampollas en boca, nariz, pezuñas y pezones.

Aunque los animales adultos pueden sobrevivir la enfermedad, el mayor índice de muertes ocurre entre la población joven.

La enfermedad tiene presencia en Sudamérica y su sola presencia cierra el mercado de exportación de carnes y sus subproductos.

Debemos seguir prohibiendo la entrada de canales y productos carnicos desde países donde existe su presencia así como fortalecer las inspecciones de los equipajes de viajeros procedentes de los mismos.

3. Encefalopatia Espongiforme Bovina (Vaca Loca)

Esta es una enfermedad progresiva y fatal del ganado bovino causada por la acumulación de una proteína anormal denominada “prion” en el tejido nervioso.

Se detectó por primera vez en 1986 y hoy día su incidencia es insignificante. Sin embargo, al considerarse una enfermedad zoonotica, se requiere que todos los países tengan un protocolo para su gestión y manejo.

3. Polilla del Tomate (Tuta absoluta)

Este gusano, muy extendido en América del Sur, con presencia en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Peru, Uruguay y Venezuela, ataca tomate, papa, berenjenas e incluso tabaco.

La larva cava galería en los tallos, hojas y frutos de las plantas hospederas llegando a reducir cosechas entre un 50 y un 100%.

Su llegada al país pondría en riesgo la producción de tomate industrial, de ensalada, papas y potencialmente tabaco.

4. Marchitez de las Musaceas ( Fusarium oxysporum f. cubense R4T)

Esta es la enfermedad más destructiva de plátanos y bananos y está considerada dentro de las 10 enfermedades más importantes en la historia de la agricultura.

En 1966, la Grenada Company abandona la producción de banano en el país debido a la presencia de una raza de este hongo que atacaba severamente la variedad Gross Michel. Una vez establecido, el hongo puede permanecer por años en el suelo.

La variedad Gross Michel fue sustituida por clones den subgrupo Cavendish, resistente al patogeno, hasta que en los 90s aparece la raza RT4 que los ataca severamente.

Proteger nuestra producción de plátanos y bananos debe ser de alta prioridad para nuestras autoridades agropecuarias, no solo por la importancia económica de esos cultivos sino por su impacto sobre la seguridad alimentaria.

5. Moko Bacteriano (Ralstonia solanacearum)

Es una de las enfermedades más limitantes en los cultivos de banano y plátanos ya que genera pérdidas de la producción y altos costos en cuarentenas y erradicación.

Endémica de Centro y Suramérica se encuentra presente en Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Peru, Surinam, Trinidad y Venezuela.

Esta enfermedad es considerada uno de los problemas fitosanitarios más importantes de las musaceas ya que afecta todos los estados de desarrollo de las plantas y es un factor determinante en la restricción  comercial de la producción.

6. Moniliasis del cacao (Monilophthora roreri)

Esta enfermedad ataca solamente a los frutos del cacao produciendo una pudrición acuosa de las mazorcas.

Se cree originaria de Ecuador donde se describió en 1916 y desde donde pasó a Colombia, Bolivia, Peru, algunos lugares de Venezuela y últimamente se ha encontrado al sur del Canal, en Panamá.

Su efecto dañino sobre la producción se manifiesta por pérdidas que van desde un 16 hasta un 80%, con un promedio anual de 20 a 22% en países como Ecuador y Colombia.

Debido a la importancia económica y medioambiental que representa para nuestro país el cultivo del cacao, es más que imperativo el mantenimiento de programas de prevención fitosanitaria para mantener este hongo fuera de nuestro territorio.

7. Pudrición Bacterial de la Piña (Erwinia chrysanthemi)

Este hongo produce una pudrición maloliente de color café claro. Empieza por la base de las hojas centrales, se crea una lesión acuosa y todo el tejido termina completamente podrido.

Los daños de esta enfermedad pueden ir desde un 10% hasta pérdida total en terrenos con defectuosos sistemas de drenaje.

La expansión del área sembrada de piña debe estar basada sobre la seguridad fitosanitaria.

8. Mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata)

Aunque introducida en 2015 y erradicada en 2017 luego de una inversión de 12 millones de dólares y enormes pérdidas de exportaciones, debido al gran flujo turístico desde Europa, Sur y Centroamérica, está plaga siempre será motivo de alta preocupación para nuestra agricultura.

Esta plaga es una de las más peligrosas para la agricultura debido a la enorme cantidad de cultivos que ataca, llegando a sobrepasar más de 250 especies.

Además de las cuantiosas pérdidas económicas directas por daños a la producción, su presencia en el país restringe automáticamente el flujo de las exportaciones de frutas y vegetales.

Como se puede observar, no puede haber un desarrollo agropecuario próspero y sostenible en el tiempo a menos que no mantengamos un robusto programa de protección epidemiológica que mantenga fuera de nuestras fronteras estas plagas y enfermedades o de que si llegasen a penetrar el territorio, tengamos los protocolos y recursos para aislarlos e iniciar de inmediato un programa de cuarentena, control y erradicación