Boanerges Matos, “Douglas”, es del Partido Revolucionario Moderno y desde el 2002 está al frente del cabildo
En cuanto a las drogas declaró que aunque Cristóbal es un pueblo preñado de precariedades, hay algunos pequeños capos que están vendiendo narcóticos en detrimento de los jóvenes.
El municipio Cristóbal, en la provincia Independencia, es casi un pueblo fantasma. Se debate entre la falta de empleos, la prostitución infantil y el nefasto ingrediente del narcotráfico que agrava más la maltrecha condición de los 25,000 dominicanos que residen en el olvidado pueblo fronterizo.
Así lo cuenta Boanerges Matos, conocido popularmente como “Douglas”, principal funcionario del cabildo, quien pertenece al Partido Revolucionario Moderno (PRM) y desde el año 2002 está en el cargo.
Cristóbal es un lugar donde gobierna la pobreza y las fuentes de trabajo son casi inexistentes, a lo sumo jornales en la agricultura que está de capa caída por la intensa sequía.
Según explica Douglas, tras la privatización del ingenio Barahona y las minas de sal y yeso, otrora puntales de la generación del empleo estatal, a la gente no les queda otra opción que emigrar de forma masiva a la zona hotelera de la región Este del país.
“La comunidad entró en un desempleo casi total y para ponerle la tapa al pomo, la Laguna Rincón, que era una habitual forma de obtener recursos vía la pesca, prácticamente ha desaparecido”, dijo con pesar.
Cuenta que la sedimentación arrastrada por el río Yaque del Sur ha hecho que la flora y la fauna de la laguna haya disminuido en más de un 80% y que la intensa actividad pesquera se haga por costumbre más que por sostenimiento.
Ante esa orfandad de fuentes de trabajo el cabildo se ha convertido en el sostén económico de la mayoría, pues tiene que invertir el 70% del presupuesto que recibe cada mes en asistencia a los más pobres, que en definitiva son casi todos.
Douglas admite que el asistencialismo no es lo mejor porque se convierte en clientelismo, pero afirma que no puede desamparar a la población que necesita desde un medicamento, un ataúd o un plato de comida.
Aunque Cristóbal se cae a pedazos sin que al parecer lo sepan los diseñadores de políticas públicas, su alcalde se expresa con entusiasmo y energía sobre el futuro porque no es de los que se rinde.
Sin hospital, ni bomberos. Escuchar el rosario de limitaciones que enfrentan los residentes de Cristóbal es triste, hiriente. En esta comunidad no hay hospital porque el pequeño dispensario médico construido en el gobierno de Antonio Guzmán Fernández (1978-82) está deteriorado, por lo que los servicios de emergencia se ofrecen en un pequeño apartamento cuyo alquiler paga el cabildo.
“El sistema de salud colapsó. No tenemos hospital y el más cercano está en Salinas, el cual no tiene personal, ni medicinas. El que se enferma hay que llevarlo a Cabral que está a 15 kilómetros de distancia”, destacó el funcionario municipal fronterizo.
Los enfermos reciben precariamente atenciones de salud en un apartamento alquilado donde “se atiende todo lo que se presente”, con un médico pasante y dos enfermeras.
Como si las paradojas de Cristóbal fueran pocas, el cabildo tiene un personal entrenado para enfrentar incendios, pero en los hechos no hay cuerpo de bomberos porque no tienen local ni mucho menos camiones cisterna.
Cualquier contingencia tendría que esperar la llegada de los bomberos de zonas aledañas, que por lo distante que están, sin dudas irán a recoger los escombros y las cenizas.
Grandes precariedades en la educación. La Escuela Primaria Victoria Peña fue demolida hace un año y no se ha vuelto a mirar la condición en que 700 estudiantes cada día toman las clases en un caluroso comedor techado de alusín y está dividido con cartón.
Prostitución y auge de las drogas. Con rostro compungido el alcalde lamentó que muchas adolescentes de hasta 12 años prácticamente se prostituyen, producto de la pobreza, al tener relaciones con adultos.
Lo hecho. Con el escaso presupuesto que tiene asignado el municipio, 1.5 millones al mes, el alcalde exhibe obras modestas que no dejan de ser importantes.
“Tenemos un parque que es de los más vistosos de la región; hice un destacamento de la Policía Nacional porque teníamos muchos problemas con la delincuencia, construimos las aceras y contenes de más del 80% del pueblo”, manifestó.
Agregó que se han abierto vías y se ha remozado la entrada del pueblo, lo cual le da un rostro más urbanístico y de belleza. A parte de las construcciones de un matadero y una carnicería.
También aspira hacer un mercado y terminar las instalaciones de la sede del cabildo, por problemas de infraestructura.
El manejo del ornato. La recogida de los desechos es realizada por tres brigadas de cinco obreros de limpieza que cobran entre 3 mil a 5 mil pesos. Los tres camiones recolectores mantienen limpio todo el municipio.
Sin embargo, la petición de Douglas Matos en la Liga Municipal Dominicana para que sea incluido en el programa Dominicana Limpia un relleno sanitario, del cual tiene el terreno listo, ha quedado como voz en el desierto debido a que posiblemente existe discriminación con los cabildos de presupuesto bajo, según percibe el alcalde.
“No sé qué pasa ahí. A los ayuntamientos pequeños no nos escuchan. Tengo más de 6 meses por una cita con el secretario actual y no la he podido conseguir”.
El cabildo abierto. A través de esta modalidad se ha podido lograr la creación de las Juntas de Vecinos, con las que se trabaja el presupuesto participativo en el marco de las limitaciones que permiten la ínfima cuota presupuestaria.
“No nos alcanza el dinero y para poder hacer las obras tenemos que buscar préstamos en cooperativas”.
Las ayudas. Aunque en la nómina del ayuntamiento de Cristóbal el personal administrativo y operativo es de unas 25 personas, el tema de las ayudas hace que por obligación se tenga que incluir a gente, sobre todo mujeres, con montos de RD$1,500 que como plan de ayuda reciben los más pobres.
“Tenemos un plan de ayuda fijo y un plan rotativo, donde todo el que se acerca aplica, ya que el hambre le da a todo el mundo y no conoce bandos”, reconoció el alcalde Matos en el encuentro Hablan los alcaldes.
Un llamado al director de los Comedores Económicos
El alcalde de Cristóbal dijo que está tras el director de los Comedores Económicos, Nicolás Calderón, para hacer valer una petición que los comunitarios le hicieron al presidente Danilo Medina en una visita sorpresa, donde pidieron sea instaurado un comedor económico para de esa manera poder palear la difícil situación de hambre que atraviesan los munícipes. “Está lista la infraestructura y todo, menos la comida, porque los problemas políticos en el PLD no han permitido que arranque el comedor, por intereses, porque los dirigentes quieren que nombren su gente”, reveló. El comedor se inauguró hace seis meses a nivel de infraestructura pero no se ha puesto en funcionamiento por trabas internas, lo cual provoca que miles de coterráneos en esa zona fronteriza estén padeciendo hambre. “Nuestro propósito es hacer un convenio con la dirección de los Comedores Económicos, aunque se ve mal el asistencialismo, pero cuando las fuentes de trabajo están escasas la primera necesidad del ser humano es la alimentación”, reconoció Matos.
LAS CIFRAS
1.5
Millones de pesos. Es el presupuesto que actualmente recibe el cabildo de Cristóbal y que a partir de enero pasado se le aplicó, para enfrentar las demandas sociales y de infraestructuras que tiene el poblado. Como es insuficiente el cabildo debe asumir prestamos a crédito.
10
Millones de pesos. Es la cifra estimada por donde ronda la deuda contraída por el ayuntamiento debido a que asume prestamos en instituciones privadas. “Cuando no podemos pagar la cuota, pagamos los intereses”, dijo Matos.
Reportaje extraido del periodico Hoy.com.do