¿Recuerdan ustedes el resbaladero para los niños ubicado en el barrio Las Flores? Pues resulta que hace unos años el Ayuntamiento de Barahona, o mejor dicho, el alcalde Tavito Suberví Nín y su cuadrilla de mafiosos enquistados como parásitos en la Sala Capitular, lo demolieron y en vez de reconstruirlo para el deleite de los niños y el disfrute de las familias de esa zona, se lo regalaron a una congregación de evangélicos para la construcción de un templo religioso.
Les cuento que desde el instante que los comunitarios de ese sector conocieron esa donación irregular por parte de ayuntamiento, de inmediato se opusieron a la misma ya que esa zona es una área verde. Según nos cuenta el periodista Alejandro Santana, el lunes 30, una cuadrilla de evangelicos de esa iglesia, quisieron levantar su templo "a mala" y como los paleros trujillistas hasta intentaron, con martillos en manos, agredir a los comunitarios que les advirtieron que no podían levantar ninguna construcción en ese espacio de la comunidad. Ese día no hubo muertos gracias a la intervención de algunas personas juiciosas que aconsejaron a esos falsos cristianos a no usar la violencia.
Y dizque predican con amor y paz la palabra de Dios, pero en realidad son unos fanáticos religiosos violentos que buscan apropiarse de lo ajeno, de un espacio de una comunidad trabajadora, con el favor y la anuencia de una mafia politica y corrupta enquistada en el ayuntamiento de Barahona. Que Jehová los reprenda, hijos de Satanás.
Los comunitarios del barrios Las Flores reiteran a esos fanáticos religiosos y a la mafia politica encabezados por el alcalde Tavito Subervi, que ninguna manera permitirán que se construya una iglesia en ese lugar.
Por David Barahonero.
