Nuestras Glorias: Nora González

Nora Mercedes González Lembert

Por Rafael Matos Feliz 

Nora Mercedes González Lembert nació en Barahona el 28 de octubre del 1949. Sus padres fueron, Manuel Emilio González (Emilito), quien fue el pionero del baloncesto en la provincia de Barahona y en toda la región suroeste, y la señora Luz Dignora Lembert Frank. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en la Academia Franciscana., graduándose de Bachiller en Matemáticas.

Sus primeras actividades relacionadas con el deporte, las inicia cuando asistía a la primaria, donde en la hora de Educación Física, a los niños se les ponía a practicar volibol, pelota, baloncesto y otras actividades recreativas. Nora desde niña evidenció un espíritu muy participativo y aguerrido. Cuando alcanza los 12 años de edad ya se destacaba como una excelente jugadora de béisbol.

Es necesario remontarse a aquella época (la postrimería de la era trujillista y años siguientes) para comprender el valor, la actitud y la convicción que una niña como Nora, debía exhibir para practicar en forma regular un deporte como el béisbol, pues los prejuicios machistas de la sociedad dominicana, en aquellos tiempos, ponían barreras para que las mujeres pudieran descollar en los deportes que se creían exclusivos para los hombres. En la Academia Franciscana, donde realizó su escolaridad, formó parte del equipo femenino de pelota. Allí duró 3 años y jugó tanto en primera base como lanzadora. Es en esta última posición donde Nora González logra imponer su calidad.

Cuando llega a tener 16 años de edad se inicia con gran entusiasmo en el Softball y se integra como jugadora del Equipo Femenino de Barahona. Este equipo representativo de la provincia estaba integrado por jóvenes muchachas del casco urbano de la ciudad como del Batey Central. Allí Nora se desempeñó  como lanzadora estelar y no había jugadora contraria que pudiera sacarle un hit a esa extraordinaria deportista y se puso de relieve, en forma frecuente, el temor de los equipos contrarios cada vez que tenían que vérsela con esa intrépida lanzadora. 

A partir del 1967, con este equipo de softbolistas femeninas, Nora enfrentó a las novenas de Bonao, Azua, Baní y otras provincias. De esos torneos, que totalizaron una cantidad de 10, logró ganar, conjuntamente con el equipo local, 7 torneos; solamente en 3 de ellos, no alcanzó la victoria. En cambio, en la provincia de Barahona se enfrentó a casi todos los pueblos: Peñón, Cabral, Jaquimeyes, Paraíso, y muchos más. De esos intercambios Nora nunca llegó a perder un sólo juego como lanzadora de Softball, quedando invicta de por vida, en la provincia.

La hazaña que tuvo en el montículo de lanzar, fue apoyada en forma militante por todas las demás aguerridas jugadoras de su equipo, quienes en la defensiva y más aún en la labor ofensiva ayudaron con oportunos batazos y jugadas estelares a su serpentinera estrella. Entre las glorias deportivas que conformaban el equipo de Softball de Barahona se recuerdan a las jóvenes: María Cristina Carbonell, Gloria Pérez, Mayra Gracia, Mirian Medrano, Betzaida Burroughs, Nancy Montas, Ana Sol Vásquez, Mercy Medina, Ada Franco Castillo, Mirna Pérez y otras.

1969, el equipo de softbol del Ingenio Barahona, derrota al combinado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en dos partidos celebrados en los terrenos del estadio del Batey Central. Nora González actuó como lanzadora y realizó una excelente labor, exhibiendo buena velocidad y gran control desde el montículo; en tanto que María Cristina Carbonell conectó dos cuadrangulares, un triple, un doble y tres sencillos, también conectaron incogibles múltiples, Nancy Montas, Mercedes Román y Nora González  y conectaron un sencillo, per cápita, Ada Castillo, Juana Brito y Gloria Pérez.

Nora González se popularizó como lanzadora de Softball, alcanzando fama y renombre de deportista hasta el año 1972, fecha en que otra de sus grandes pasiones la lleva al estrellato nacional. Este fue el caso del canto; al cual se dedicaba desde hacía varios años; interpretando canciones en escuelas y con grupos musicales locales. Participa en el Festival Nacional de la Voz y logra el Segundo Lugar. De esta forma, su vida da un giro de 180 grados y pasa de ser una avasallante e indómita deportista a una dulce y romántica intérprete de la canción popular, con voz suave y sublime. Luego se dedicó, por varios años, a la labor de profesora de Canto Coral en la Academia de Música, Santa Cecilia.  

Se casó con el guitarrista Saúl Rodríguez con quien procreó dos adorados hijos: Nora Karina y Saúl Emilio. En los últimos tiempos fue, durante 30 años, Encargada de Recursos Humanos del Distrito Escolar 01-03 de Barahona. Actualmente vive al lado de su hermana Rosanna y su hija Karina, en la calle María Trinidad esquina Jaime Mota de la ciudad de Barahona.