De acuerdo al expediente en el que acusa al director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Leonardo Faña, de agredir sexualmente a la gerente financiera de la institución, María Isabel Flores Encarnación, éste le habría dado de comer y beber alegadamente mezclado con alguna sustancia alucinógena que provocó que perdiera el conocimiento.
El informe indica que Faña le solicitaba a la María Isabel, en repetidas ocasiones, para hablar sobre “lo mejor que debemos hacer por la institución”, a lo que la dama accedió hacer en compañía de una amiga, según el mensaje de texto WhatsApp, de fecha del 29 de diciembre de 2020.
El primer encuentro se programó en un supermercado de la avenida Gustavo Mejía Ricart, esquina Gregorio Luperón, a las 5:00 de la tarde y luego se pospuso para las 9:00 de la mañana del cuatro de enero.
Faña acudió puntual a la cita, pues tres minutos antes, a las 8:57 de la mañana, ya estaba en lugar acordado con María Isabel para hablar del IAD.
Sin embargo, el libreto cambió y en lugar de llevarla a su lugar de trabajo, una vez ésta montada en el vehículo, presuntamente Faña condujo a una cabaña, ubicada en el 12 de Haina.
“Cuando la víctima ve esta acción le dice que se bajaría del vehículo si persistía en hacer la reunión ahí, por lo que éste una vez dentro de las instalaciones de la cabaña, recorrió la misma y luego salió de ahí”, cita la acusación.
Ante la negativa de Isabel Flores, Faña la convence de realizar la reunión en el restaurante Típico de Bonao, ubicado en la provincia Moseñor Nouel, para más privacidad.
El expediente indica que una vez que ambos salieron del restaurante hacia el vehículo donde se desplazaban, Faña dio de comer un alimento y de beber una especie de vino, lo que supuestamente le habría provocado a la víctima una especie de alucinaciones, pérdida de conocimiento y la fuerza, volviendo en si en la Autopista Juan Pablo Darte, en dirección a Santo Domingo.
“Cuando vuelve en sí el imputado Leonardo Faña está besándola, manoseándola y de nuevo pierde la fuerza y el conocimiento”, dicta.
Narra que luego tuvo recaída y volvió en su conocimiento, una vez estaba en el parqueo de la tienda por departamento Jumbo, ubicado en la avenida Luperón, de donde se desmontó rápidamente.
“Ahí el imputado le estaba dando lengua, por diferentes partes, tocándoles los senos y otros lugares íntimos internos, besándola, manoseándola de nuevo por todas partes; la víctima sale corriendo despavorida. Ya eran aproximadamente las 4:35 del día fatídico 04 de enero de 2021”, indica.
Establece, además, que el director del IAD le escribió para pedirle perdón y decirle que “cuidado si malinterpreta lo que sucedió ese día”.
La acusación asegura que la María Flores había accedido a reunirse con Faña para coordinar trabajo como éste le habría dicho “no para agredirla sexualmente, ni darle sustancia desconocida para aprovecharse de ella y causar una agresión sexual tan intensa, dilatada y grave”.
Cita, que ésta tiene varios días sin dormir, perdida de la ilación común y el sueño; “recibiendo grandes perturbaciones, sentimientos de culpa amarga por acceder a reunirse para lo supuesto coordinado del trabajo, por lo que ha perdido el apetito y su vida normal y común”.
Puro cuento pendejo, Faña no es de mi devoción, pero el cuento esta mal contado. Ahora, la verdad es que se dejo joder
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