Junta Central Electoral
Este 16 de febrero del 2020 fue un domingo negro, fúnebre.Ocurrió una desgracia política, una hecatombe, que desnudo las debilidades institucionales de la República Dominicana: fracasaron las elecciones municipales.Los dominicanos, los ciudadanos políticamente más entusiastas de Latinoamérica, acudimos bien temprano a la cita electoral. Las urnas se abrirían a las siete de la mañana, pero en el ochenta y ocho por ciento de los colegios electorales que operaban con voto automatizado no ocurrió así, por lo que la frustración consumió a los electores al enterarse de que el sistema informático estaba colapsado e inservible.
Fue un golpe fulminante a la democracia, un estrujón a las ansias de cambios que a nivel municipal tenían muchas comunidades.
¿Qué pasó? ¿Por qué no funcionó el sistema automatizado que nos vendieron como panacea?
Exijo que rueden cabezas. Que estampen su renuncian hoy mismo los miembros de la Junta Central Electoral. Fracasaron y humillaron a toda la república.
Por: Rubén MoretaEl autor es periodista.
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