Hoy conmemoramos el 207mo aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte Diez, que junto a Francisco Del Rosario Sanchez y Matias Ramón Mella conforman nuestros padres de la patria.
Una de las grandezas de nuestro padre de la patria ya mencionado es que a parte de ser el ideologo de la nación Dominicana, fue un hombre que desde sus inicios en una familia de clase media alta ferretera, también fue un intelectual, actor y general del ejército
Aun así, su proeza más grande fue morir, aunque en el destierro y la inmundicia que la pobreza regala, su mayor titulo fue, ser DOMINICANO!
Bajo la influencia directa o indirecta de su pensamiento este fue capaz no solo de crear nuestra república, sino que para hacerlo esto pudo compactar un grupo de personas de diferentes lugares, clases sociales, razas y países, todos bajo la espada y el pensamiento Duartiano.
Hombres como Francisco Del Rosario Sánchez: Peinetero (aquel que se dedica a la cría de animales), dicho oficio que le fue enseñado por un sacerdote Peruano y patriota, de nombre Gaspar Hernández, Matias Ramón Mella el cual se dedicaba al corte de la madera, oficio compartido además por el general Antonio Duverge, este último también incursionando en las actividades agrícolas y ganaderas.
También debemos mencionar al general y primer presidente de la República Dominicana, Pedro Santana, cual antes de envolverse en su Misión por la patria fue terrateniente, ganadero y comerciante, al igual que nuestra espada de la restauración general Gregorio Luperon, este último hijo de un comerciante puertoplateño y una madre de las islas británicas.
Hoy, a casi 144 años de la partida de Duarte, nos encontramos ante la necesidad de una sociedad que tiene que unirse igual o si no con más urgencia que en aquellos tiempos, pues hoy nosotros mismos nos estamos convirtiendo en nuestros peores enemigos.
Debemos empezar por reconciliar históricamente a nuestros héroes nacionales y otras personas, tal es el caso de los generales Duarte y Santana, al Dr. Balaguer y al MPD del Moreno y lamentablemente hasta Trujillo y nuestra república.
Pues al ser ellos alas de una misma ave, con la falta histórica de uno de ellos hoy nuestra historia seria diferente.
Nuestros héroes nacionales tomaron las decisiones que en su momento entendían que eran las mejores para la ocasión, también cometieron errores, eso solo ratificando su condición de seres humanos, lo que si es irrefutable es que lo hicieron para que hoy seamos libres.
Hoy nuestra nación está vulnerable pues poco a poco hemos olvidado ese sentimiento, solo hay que ver la reseña del periódico Diario Libre en fecha de enero 21 de este año nos donde se informa que en el día sagrado y venerado de la virgen de la Altagracia, patrona del pueblo Dominicano, la primera misa del día se hizo en el idioma Creol, pero que más podemos esperar, si en esa misma provincia de La Altagracia en su hospital principal, el 39 por ciento de los partos fueron a ciudadanos Haitianos.
Finalmente les digo, el pueblo Dominicano es un pueblo, benevolente, piadoso y sobre todo humanitario, pero muchos corren el peligro que es un pueblo PELIGROSO, que si lo llevan al extremo y como dice la estrofa de aquel merengue “si siguen apretando la tuerca se va a echar a perder la rosca”, es un pueblo que no dudara de resucitar las espadas de nuestros héroes y gritarle a todo pulmón a cualquiera que se atreva a atentar con nuestra soberanía y nacionalidad, ya sean potencias extranjeras, traidores criollos o el enemigo histórico, las palabras de combate de Mella “MACHETE CARAJO”.
VIVA Juan Pablo Duarte y que viva la República Dominicana.
Carlos J. Diaz Gomez
Presidente de la Filial del Instituto Duartiano
Washington, D.C.
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