¡A la gloria van los buenos, los optimistas... porque los malos, los malvados, los escépticos e incluso los que no se alistan para ver materializados sus éxitos (aquí en la Tierra), no tienen derecho a encontrarse con la cima!El introito de este trabajo, que se escribe basado en el anhelo de un sueño que podría convertirse en realidad... “y soñar nunca ha costado nada”, según han opinado doctos en el conocimiento humano. Félix Díaz Guzmán, un joven boxeador dominicano nacido en el marginado sector de Sabana Perdida, va esta noche a una singular misión en Estados Unidos.
Porque enfrentará, en una pelea en la que se disputarán dos coronas del boxeo mundial, al sensacional púgil estadounidense Terence Crawford quien presenta expediente profesional de invicto (30-0, con 21 victorias por nocaut).
La pelea será por el título welter junior (140 libra) que avalan e l CMB y la OMB. Ayer, ambos pugilistas no tuvieron problemas para hacer el peso certificado. Díaz pesó 139.4, mientras que Crawford 139.2
Pedro Calderón de la Barca -y hay que volver a citar al laureado escritor español-, en su famosa obra La vida es sueño, resalta, con insistencia, que “los sueños, sueños son”.
Lo que encierra la frase es que “usted puede soñar, pero cualquier propósito que busque, que anhele, no podrá ser. “Porque los sueños, sueños son”.
Sin embargo, lo más probable es que Díaz Guzmán no conozca a Calderón de la Barca por lo que -y tal vez sea positivo que así sea- al medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, China (2008), “le tenga sin cuidado” que esa frase (“los sueños, sueños son”) esté plasmada en innumerables textos de la literatura universal. Díaz Guzmán, quien presenta foja profesional de 19-1 con 9 triunfos por nocaut, ha cumplido (a cabalidad), con el exigente programa de entrenamiento diseñado por sus maestros.
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