Dani Baba y los 34 ladrones - Campesino Digital

Notas:

martes, 21 de febrero de 2017

Dani Baba y los 34 ladrones




Dani Baba y los 34 ladrones

Ali Baba es un nombre Árabe de descendencia Persa, le pertenece al personaje principal del cuento Ali Baba y los Cuarenta Ladrones.

 Este cuento a su vez es parte del repertorio de historias que componen Las Mil Y Una Noches, escritos en la edad medieval, una bella recopilación de cuentos Árabes.

 La historia en cuestión nos relata como un humilde leñador persa, descubre el escondite donde la banda de los 40 ladrones esconden su botín, el cual solo puede ser asesado con las palabras mágicas "abrete sésamo" y a su vez "ciérrate sésamo" para el efecto contrario, demás esta decirles que este personaje aunque no fue el autor de los robos, pero sabiendo la procedencia de dichas riquezas, las tomo,  se volvió rico y próspero.

 En el caso criollo, nuestro Dani Baba (sin acentos) ha asimilado casi a plenitud las acciones del pintoresco personaje árabe, pues tal como él, viene de las clases mas humildes del granero del sur, trabajó incansablemente toda su vida y fue escalando hasta ocupar las posiciones mas importantes dentro de su partido político, pero le faltaba una, la mas codiciada por todos.

 Una fría fría noche del 2007, Dani se ocupo de pasar desapercibido por el portón de la avenida México y entrar como ladrón en la noche al palacio presidencial, la curiosidad lo había llevado allí, tenia que buscar la respuestas a sus incognitas: como sus compañeritos habían alcanzado fortuna  de forma tan extrañamente repentina?

  Ya ningunos cenaban en sus casas, ni andaban en carros, sino que preferían los asientos traseros de sus jeepetas con placas oficiales , el sabor amargo de un vino caro, el ensangrentado steak a la plancha y la compañía de damas sin anillos, claro todo esto en el mejor restaurante y pago con el sudor de su frente y el de todos, pues los impuestos del pueblo brindaban y pagaban.

  Escondido detrás de la estatua de un león su diminuta y pendeja figura pasaba desapercibida como siempre, pero esa noche estaba decidido, nadie lo pararía.

  Así empezaron a llegar uno a uno, ya al final juntos y en perfecta armonía como una caja de treinta y cuatro berenjenas, empezaron estos a repartirse el botín:

  Un nombramiento para ella, un contrato para él, becas en el extranjero para los hijos de ambos, una botella en rentas internas  para mi tío, una pensión para la mama, tanto para la prensa, los finos sombreros Ingleses de Margo y claro para el pueblo, parque de luces, motoras Harley Davison para los delincuentes con placas, y muchos discursos de Leo, para terminar de fuñirnos.

  Dani Baba había visto y escuchado no lo suficiente pero si lo necesario, se marcho y desde esa noche no dejo de buscar cual eran las palabras mágicas que abrirían las puertas del botín, solo que eso nunca paso, pues ya estos 34 compinches no creían en ellas, como tampoco creían en las enseñanzas de un Viejo catalán, el cual solo sacaban a pasear cuando les convenía, ellos querían hechos, resultados y él se los dio.

  Se tiro al ruedo político, brinco charquitos, se araño en alambres de púas, le pegaron grajo en Haina, gripe en Bani, lo carteriaron en Cristo Rey, a pesar de todo, triunfo, lo logro, había conseguido la llave de la cueva y el apoyo de sus 34 ladrones.

 Ahora su mayor problema es saber donde llevar vacaciones la puta Catalina, a Najayo o a Brasil?

Carlos J. Diaz Gomez
Comunicador, reside en
Baltimore, MD