Cristóbal, provincia Independencia.- La falta de lluvia y el mal manejo del agua, ha provocado la peor crisis en varias comunidades de esta provincia, Bahoruco y Barahona, no solo económica, sino de subsistencia de miles de familias que tenían a la laguna de Rincón o Cabral como su salvadora, pero que ahora la ven como el lugar más inhóspito.
Por primera vez en muchos años, la laguna de Rincón o Cabral, lugar donde miles de familias conseguían su sustento, se secó por completo, llevando miseria a cada hogar de las tres provincias que tenían ese lugar como la fuente de alimentación, ya sea a través de la producción de tilapias para uso familiar o para la venta.
Las famosas tilapias de Cabral han desaparecido de la laguna, pero no es por negligencia o porque se hayan acabado, sino porque su hábitat se ha disminuido a su mínima expresión.
En la actualidad, la laguna tiene agua, pero muy poca, producto de las lluvias registradas en la región durante el mes de noviembre y diciembre.
Féliz, un técnico que cuida la caseta del Ministerio de Medio Ambiente, más allá de Cabral, rumbo a Duvergé, explicó que la laguna de Cabral estuvo seca por completo y que el agua que se le observa en la actualidad es muy poco.
Advirtió que si no sigue lloviendo, en pocos días, la laguna volverá a verse seca, si no se le vierte agua desde el canal Trujillo, que a su vez recibe el líquido desde el río Yaque del Sur.
La laguna de Cabral, como la mayoría de la población la conoce, es conocido también como la laguna de Rincón, ubicada en la parte oriental del valle de Neiba, entre las comunidades de Cabral, Cristóbal y La Lista, pertenecientes a las provincias de Barahona e Independencia.
El área destinada para la laguna tiene 65 kilómetros cuadrados, de los cuales un 44% está cubierto de agua, al menos, cuando no hay tanta sequía.
Lo que antes era recorrido en bote, hoy se puede hacer en vehículos, con mucho cuidado, debido a que hay zonas pantanosas, en motocicletas o caballos.
Reporteros de Armario Libre, ante la denuncia de sectores y personalidades, recorrieron varios kilómetros de lo que fue la laguna de Cabral, entrando por la comunidad de Cristóbal, y hasta el lugar que se pudo llegar, solo se observaba tierra árida y cuarteada, arbustos y el cuerpo de almejas y otras especies, que nos da a entender que un tiempo fue el habitad de estos anfibios.
Sin embargo, el gran lamento está entre los pobladores, como el señor Adolfo Medina, quien cuenta que tuvo y crió su familia con la pesca de las famosas tilapias en la laguna de Cabral.
Al preguntarle a don Adolfo que de qué vivía, sin vacilar, expresó que de la caza y pesca, pero que desde hace varios meses, todo ha cambiado, porque la laguna está seca.
Dijo que la laguna tiene tres años seca, aunque hay que aclarar, que no es en su totalidad, porque en un tiempo, el agua mermó, pero tenía algo.
Expresó que cuando se comenzó a disminuir la laguna, los habitantes de la zona trabajaban en la agricultura, pero que este renglón de la economía también los ha afectado, porque la falta de agua los ha afectado bastante.
Adolfo Medina, con 78 años a cuestas, recuerda que desde niño estuvo metido en la laguna de Cabral, pero que ahora, prefiere irse a donde unos hijos que debido a la falta de oportunidades, emigraron a Bávaro, donde tienen trabajo y donde los visita con cierta frecuencia.
“Yo crié 11 hijos en la laguna de Cabral, tengo más de 30 nietos y biznietos. Yo me paso de padrote y fue de la laguna que los crié a todos y ahí era que yo, vivía”, precisó.
Consideró que si se dota de condiciones, aún se puede vivir de la laguna de Cabral, pero es llevando el agua, recomendando que se vierta el agua del Yaque del Sur para volver a llenarla.
Admite que la falta de agua, sobre todo lluvia, es algo de la naturaleza, pero que la laguna puede ser llenada usando otros métodos.
Entre sus hijos, cuatro hombres y siete mujeres, están todos casados y viven en diferentes partes del país.
La laguna de Cabral, fuente de empleo para miles de personas de las tres provincias de la cuenta del Yaque del Sur, hoy languidece, y su esplendor, al parecer, ha desaparecido para siempre.
Muchas de las familias que se dedicaban a la pesca en la laguna de Cabral hoy lo hacen en el lago Enriquillo, el otro sustento de cientos de millares de personas, ubicado entre dos de las provincias más pobres del país.
Sin embargo, las famosas tilapias de Cabral han desaparecido y en el lago Enriquillo se pesca otra especie de peces, que al decir de muchos, no tiene el mismo sabor que las famosas acuíferas, y las que aún se venden en la carretera, son criadas en varios programas llevados a la zona por el Gobierno.
fuente armariolibre.com
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