TJ y Francisco se profesan una hermandad dentro y fuera de los diamantes
TJ y Francisco no solo llevan el béisbol en la sangre, el amor hacia Dios, respetar al prójimo y ser personas estudiosas y obedientes, son de las costumbres que corren por sus venas y que desde niños figuraron en las reglas establecidas por sus padres, Tony y Amaris.
Desde pequeños conocieron que la unión y hermandad era un aspecto esencial en la familia Peña, cuyo progenitor, Tony siempre ha sido un humano de carácter fuerte y quizás por esa forma de actuar, el hogar continuaba su curso casi normal cuando empacaba maletas con destino a Pittsburgh, San Luis, Boston, Cleveland y en los años finales de su carrera, Chicago y Houston.
Y es que el ex-catcher dominicano, a pesar de distinguirse como un pelotero batallador, dueño de un estilo inigualable de recibir los pitcheos, sus cuatro guantes dorados, cinco participaciones en Juegos de Estrellas y promedio de por vida de .260 , nunca apartó de su agenda el comunicarse a diario, dos y tres veces con la casa para mantener el contacto y comprobar que los infantes habian asistido al colegio, realizado sus tareas y comportarse de una manera moderada y con respeto.
En ese ambiente crecieron TJ, Francisco y Jennifer, la única hembra del matrimonio y quien sobresale en el mundo fitness, incluso en las ocasiones en que Amaris acompañaba a su esposo en cualquiera de esos viajes, El hoy relevista de las Aguilas, siendo un jovencito ocupaba la posición del hombre de la casa.
Hermanos inseparables
A pesar de que entre TJ y Francisco existe una diferencia de ocho años con relación a la edad, ambos disfrutaban los mismos juegos, compartían mucho tiempo juntos, hecho que se mantuvo en la adolescencia y se ha fortalecido más en su época de adultos.
“Somos dos hermanos inseparables, son muchas las cosas que hacemos juntos, ni siquiera cuando producto del matrimonio tomamos riendas apartes, hemos mantenido una gran relación”, expresa Francisco, quien con 26 años es el más joven de la familia y quien hasta los 15 compartió la misma habitación con su hermano, de la cual se separó solo cuando este contrajo nupcias.
Organizar encuentros sociales entre familias, contarse decisiones y posibles impasse, salir juntos representan algunas de las facultades que hacen de este binomio tener característica de especial, cuya comunicación se mantiene en un porcentaje bien elevado tanto fuera como dentro de los diamantes. “Son mínimas las ocasiones en que estamos en desacuerdos , siempre hemos tenido una relación de respeto mutuo y tratamos las cosas con mucha profesionalidad”, expresa Tony Peña Jr, más inquieto y quizás travieso que su hermano.
“Aun cuando nuestros padres estaban fuera nos quedábamos en el hogar y si uno cualquiera de nosotros quería salir teníamos que esperar esa acostumbrada llamada para pedir permiso, en ocasiones la respuesta era un no y entonces nos quedábamos”, nos cuenta Jennifer, la del medio entre los hijos.
Provenientes de peloteros
Descendientes de un tronco de peloteros, el padre de ambos Tony Peña está ranqueado como uno de los grandes receptores hispanos de todos los tiempos y quien durante 13campañas hizo combinación con su hermano Ramón Arturo para brindarle seis gallardetes a las Aguilas.
Mientras Tony fue un bateador de gran respeto con las Aguilas en el béisbol invernal, (.279), Arturo, aunque su labor en Grandes Ligas se limitó a 18 entradas (1989 con Detroit, su labor en la pelota dominicana fue tan preponderante que acarició el apodo del Rey Arturo y es dueño de la marca de más rescates en la historia del béisbol invernal con 88.
Los dos fueron aguiluchos durante toda su carrera, TJ y Francisco, ocupantes de las mismas posiciones continúan este legado de solo vestir esta camiseta. Mientras el hoy relevista cuenta con tres coronas con el uniforme mamey, Francisco arribó a la liga un año después de que las Aguilas levantaran su último cetro.
Pero, aunque el menor de los Peña ha disfrutado de los gallardetes aguiluchos más como un fanático que como pelotero, posee en su historial dos acontecimientos de tanta relevancia que lo marcan de por vida, el más reciente se produjo en la pasada Serie Mundial cuando los Reales de Kansas City conquistaron su primera corona en 30 años y solo la segunda de por vida en cuatro participaciones.
MARCA PARA LOS PEÑA´S
Una marca que ambos binomios poseen en la Liga Dominicana es que no ha existido otro doble dueto familiar, en épocas distintas que hayan jugado la misma posición.
TJ y Francisco tuvieron su primera experiencia como combinación de pitchercatcher el 13 de noviembre del 2010 en el estadio Cibao en un triunfo del Escogido ante las Aguilas y en choque donde además participaron los hermanos, Willy y Luis Taveras, así como Héctor y Omar Luna.
Los dos han jugado en Grandes Ligas, TJ con los Bravos de Atlanta y Reales de Kansas City, con este último club fue titular en el 2007. De su lado Francisco debutó en el 2014, pero fue este año cuando vino a agotar un turno, tuvo siete en total, en el último de ellos conectó su primer imparable en las Mayores en el octavo episodio en rol de emergente ante Ryan O´Rourke. Tanto Tony Peña Jr como Francisco han sacado magníficos resultados a la disciplina y educación que les forjaron sus padres, pues en la adolescencia y hoy como cabezas de familia continúan siendo seres modelos en la sociedad.
listindiario.com
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