REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La abuela de Europa, Emma Morano, la más anciana del continente y la sexta del mundo, nació en 1899 y ha cumplido este sábado 115 años. Ha visto once papas en la cátedra de Pedro, desde León XIII hasta Francisco; perdió un hijo y en 1938, en una Italia donde ni se soñaba que un día aprobaría una ley del divorcio, dejó al marido violento.
Emma vive en Verbania (Piemonte) y nunca visitó Roma, pero se acuerda de haber estado en Génova y haber visto el mar. Al diario «La Stampa» cuenta la dieta de su longevidad: desayuno con un huevo y tostadas; en la comida sopa con 100 gramos de carne cruda picada y una fruta; a las tres de la tarde se toma el segundo huevo y alguna galleta, a las seis otra sopa con pasta y antes de dormir un poco de plátano liofilizado.
Cuando le preguntan por su estado de salud, responde con buen humor: «Estoy bien, tranquila, como un Papa». Se acuerda de los reyes de Italia, pero no sabe quién es el primer ministro Matteo Renzi: «No lo conozco porque ahora no veo la televisión; me cansa».
Lúcidamente, recuerda al diario turinés algunos de sus días inolvidables: «Cuando de joven iba al baile… Tenía muchos pretendientes. Si no volvía a tiempo a casa, mi madre me daba algún pescozón». Tampoco ha borrado los tiempos tristes: «Mi marido me maltrataba y después de la enésima humillación decidí separarme en 1938». Un gesto inusual en la época. Un año antes dio a luz un niño, muerto a los pocos meses.
Como todos los años, el delegado del gobierno en su provincia, Francesco Russo, la ha felicitado en nombre del presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien le dio el título de «Cavaliere» de la Orden del Mérito de la República Italiana, junto al exprimer ministroMario Monti.
Una honorificencia que Emma Morano recibió no solo en homenaje a su edad, sino también en reconocimiento público a sus 47 años de trabajadora: comenzó a los 13 años a confeccionar bolsas y se jubiló en 1954, hace 60 años. El diploma de «Cavaliere» lo tiene bien expuesto en la cocina, al lado de una caja con sus medicinas, que apenas utiliza: «El médico viene una vez al mes para hacer los controles rutinarios; acabo de recibir los resultados de los análisis y todo está bien», afirma Emma sonriendo, mientras puntualiza que nunca ha tomado una vacuna contra la gripe. Su médico, Carlo Bava, lo confirma.
Solo cabe rendir homenaje a la vida sencilla de Emma Morano y desearle a la abuela de Europa un feliz cumpleaños.
Fuente: abc.es
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