Desempeñó un papel político significativo en los sucesos que acarrearon a la proclamación de la república en febrero de 1844. Madre del benefactor de la Patria, Juan Pablo Duarte y Diez, nació el 26 de junio del año 1786 en El Seybo.
Se unió en matrimonio con el señor Juan José Duarte con quien emigró en 1801 hacia Puerto Rico, gracias a la invasión de Toussaint Louverture.
Educó con esmero a sus hijos e hijas y apoyó las ideas políticas que dieron inicio a la Sociedad Secreta la Trinitaria. Fue objeto de persecución y allanamientos en su casa, mientras Duarte permanecía oculto durante el proceso de conspiración que le expulsaría del país.
En 1843, estando su hogar en conflicto por la represión del gobierno haitiano, tuvo que asumir la jefatura de su casa ya que había quedado viuda en noviembre de aquel año. Duarte, exiliado en el extranjero, le solicitó que pusiera al servicio de la causa patriótica los bienes recién heredados del padre, a lo que Manuela Diez accedió, demostrando su solidez y entrega a la causa independentista.
Como activista militante, Manuela Diez y Jiménez tuvo que ver a su familia y su diario vivir afectados constantemente por las actividades políticas que se desarrollaban en aquel entonces. Exiliada en Caracas, Venezuela, murió el 31 de diciembre de 1858.
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