Fuente ecosdelsur
POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ,
“A ese Liberata lo respetan hasta los barcos, decía la murmuración en Barahona”. Tal expresión aparece en el artículo titulado “El hijo de Liberata”, escrito por el General Retirado José Miguel Soto Jiménez (Listín Diario, agosto 2004), al narrar la hazaña de Ángel Féliz contra los españoles en el puerto de esta ciudad de Barahona, en defensa de la plaza.
Apodado Angelito Liberata haciendo referencia al nombre de su madre, nació en Rincón, hoy municipio de Cabral. Se le recuerda por su actuación destacada como Comandante, en las guerras de Independencia como Coronel y la de la Restauración como General en la zona.
Desde 1853, Féliz fue el representante en Barahona del gobernante del país por períodos breves, reseña Enriquillo Sánchez y Asociados, S. A. (2003) en su obra Barahona, del programa editorial Fragmentos de Patria. En 1855, al mando de una fuerza de más de 100 hombres, combatió contra los haitianos en el lugar denominado A Los Jiménez, entre Polo y Barahona, viéndose estos obligados a retroceder hasta Duvergé y Neiva. También se enfrentó a los haitianos en Cambronal, próximo a Neiba, en una espectacular batalla que empujó a los extranjeros al otro lado de la frontera.
En 1861, cuando el general Pedro Santana anunció la anexión de la República a España, el general Ángel Féliz se adhirió a tal acción, por lo que fue designado Comandante de la Comandancia de Armas en que fue erigida la entonces aldea. Más tarde, al comprender la realidad histórica de lo que significó para el país la llamada España Boba, se incorporó al movimiento restaurador para reivindicar la patria y así recuperar su honor. El 2 de febrero de 1863, la avanzada nacionalista comandada por Ángel Féliz enfrentó las fuerzas españolas en el llamado Paso del Yaque, entre Quita Coraza y Fondo Negro, donde por razones técnicas y numéricas los dominicanos tuvieron que replegarse.
Luego de contender en defensa de la patria contra haitianos y contra españoles, el general Féliz, desilusionado de la política, se consagró a la actividad ganadera en Haití. Allí murió en 1870, víctima de una emboscada tendida por tres viejos adversarios políticos: Remigio Carrasco, Pedro Mártir y un tal Cumbero. Cuéntase que, herido de gravedad, dos de sus amigos restauradores lo encontraron y, enterados sobre quiénes lo habían herido, uno de ellos le preguntó: “y qué hacemos por uté, jefe Angelito?” “Seguir peleando, mis hijos, seguir peleando, le dijo el hijo de Liberata susurrante, mientras parecía oír entre las brumas de los últimos instantes de su conciencia, los disparos de La Canela que vengarían su muerte”, sigue citando el General Soto Jiménez en el artículo antes mencionado.
El escritor e historiador barahonero Don Sócrates Nolasco, en su cuento titulado: “Ángel Liberata Féliz” (sic), recrea la acción en la cual este guerrero, al mando de fuerzas nacionales establecidas en Neiba, “…desplegó una ofensiva que permitió a los dominicanos reconquistar la ciudad de Barahona”, sometida entonces a la dominación española, al ser tomada por los ejércitos anexionistas mediante el bombardeo de dos buques desde el mar, dice Enriquillo Sánchez y Asociados, S. A. (2003) en la obra citada. En honor a sus hazañas guerreras, una calle en este municipio lleva su nombre.
Ese es mi tatara tatara abuelo! pero quisiera saber cual es mi apellido, si feliz o felix? mucha confusión con eso.
ResponderEliminar