La baja inversión en salud mental ha provocado en República Dominicana un considerable aumento de los padecimientos ligados a esta condición, escenario que ha empezado a preocupar a los profesionales de la psiquiatría.
En los últimos años estos facultativos han visto aumentar de manera desmedida la depresión, los trastornos de ansiedad, así como el abuso y la dependencia a drogas. Igualmente, se ha duplicado la adicción a los juegos y el suicidio que de un 6% pasó a un 8%, por cada 100 mil habitantes, mientras que en Latinoamérica es de 4% y 5%, por cada 100 mil habitantes.
De igual manera ha aumentado el divorcio, las familias reconstruidas, retos y disfunciones, la delincuencia, la inseguridad ciudadana y cada vez más jóvenes por razones de exclusión social están delinquiendo y envolviéndose en situaciones de tipo psicosociales.
El psiquiatra dominicano José Miguel Gómez, quien es secretario general de la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría (Apal), para México, República Dominicana y El Caribe, atribuye estos problemas al bajo subsidio que el Ministerio de Salud dedica al programa de salud mental que ejecuta.
“Todo eso significa que se necesita una mayor inversión en el tratamiento y la prevención de estas enfermedades”, abundó.
Explicó que en el 2013, el Departamento de Salud Mental abrió una unidad en el hospital Luis Eduardo Aybar, para pacientes agudos, y otra en el Moscoso Puello, de desintoxicación y rehabilitación destinadas a los afectados por drogas, pero no están funcionando al ciento por ciento.
Agregó que en iguales condiciones operan algunos programas de tipo comunitario, lo que evidencia que es muy poco lo que aun se está haciendo.
Entrevistado en su consultorio, el facultativo dijo a DominicanosHoy que este es el país que menos invierte en el tratamiento de dichas enfermedades y detalló que en 2013, del presupuesto de Salud, que es menos del 2% del PIB, la cartera solo invirtió el 0.08% en salud mental, cuando la mayoría de los países de la región disponen el 2%, el 3% y hasta el 4% y 6% de sus presupuestos en estas afecciones.
Esto quiere decir que hacen falta camas hospitalarias, recursos humanos de psiquiatras, enfermeras y trabajadores sociales para dar cobertura nacional.
Según los datos ofrecidos por el terapeuta, todavía las provincias de la línea fronteriza no tienen este auxilio, no disponen de camas ni de psiquiatras, y las grandes ciudades, donde ha aumentado la población, adolecen de asistencia comunitaria.
Para Gómez, en la actualidad no se ejecutan las prevenciones que tienen que ver con la depresión, alcoholismo, juego responsable, suicidio, violencia de género y problemática en los adolescentes. En ese sentido, espera que para el 2014, el Ministerio de Salud aumente el presupuesto al tratamiento de las enfermedades mentales, ya que de lo contrario no podrán implementar las políticas públicas enmarcadas en esta dirección.
Cree que tanto el ministro Freddy Hidalgo Núñez, como el director del Departamento de Salud Mental, José Miesse Michell, tienen buenas intenciones, pero la falta de recursos no les permite hacen un trabajo más efectivo.
José Miguel Gómez sostuvo que esas acciones deben estar pautadas en el programa de salud mental, porque están contempladas en la Ley y tienen todo normatizado en el protocolo.
Habla el ministro de Salud
Cuestionado sobre el tema, el ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo Núñez, declaró que para el presente año tienen inversiones directas en los centros que trabajan estas afecciones, como el Hospital Psiquiátrico Padre Billini, donde en unos 15 días iniciarán una inversión muy relevante.
Afirmó que se incluye por primera vez la figura del psicólogo en la Atención Primaria, lo que significa un reforzamiento de los trabajos en ese nivel, sobre todo en los centros de diagnósticos.
Aclaró que Salud Pública ya tiene una propuesta definitiva sobre el presupuesto que le asignaron, pero que evalúan cómo reasignarlo. Reveló que los técnicos están trabajando sobre la base de la línea estratégica del año, pero todavía no han terminado.
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