SIN INJERENCIA - Campesino Digital

Notas:

domingo, 22 de diciembre de 2013

SIN INJERENCIA

Por Benny Rodríquez

Felipe Núñez, ve el futuro entre ambos países con optimismo, sobre todo, después de que ambos Estados han retomado el dialogo como única vía para resolver los problemas generados por la sentencia 168-13 que establece las condiciones para adquirir la nacionalidad dominicana y que afecta a una amplia población de hijos e hijas de descendientes de haitianos que residen en el territorio nacional a quienes les desconocen derechos adquiridos y les despojan de su nacionalidad.

Entrevistado en exclusiva al término de un almuerzo que compartió con reclusos de la cárcel pública de aquí, organizado por Pastoral Penitenciaria, afirmó que ese problema planteado a raíz de la referida sentencia debe buscársele una solución definitiva sin afectar los derechos humanos de las personas involucradas ni el derecho de los dominicanos como nación soberana a tomar las medidas migratorias que entienda resulten, por igual, vulneradas.

“No se puede romper la unión, la amistad, la solidaridad entre los pueblos haitiano y dominicano. Espero que el dialogo que se ha renovado y otros medios pacíficos para la resolución de los conflictos entre los Estados ayuden para llegar a soluciones satisfactorias”, observa.

Piensa que esas discusiones deben tratar y auspiciar con especial interés en que se cuiden bien los derechos humanos de las personas, la vida y que a los nacidos en el territorio nacional, producto de una segunda y tercera generación se les garanticen, para que se sientan tranquilos y tranquilas de tener sus documentos como dominicanos y dominicanas.  

Cree que lo importante entre ambas naciones es la concordia, la fraternidad, la paz, la justicia y que, por lo tanto, podamos convivir con el respeto debido, observando que se trata de dos naciones hermanas que no podrán dejar de coexistir nunca en una misma isla.

Los dominicanos

Aunque el máximo representante de la Iglesia Católica en la Región Enriquillo ve la reanudación del dialogo como única vía para resolver los conflictos, entiende, sin embargo, que debemos ser los dominicanos quienes iniciemos y que nadie venga a decirnos qué debemos hacer.

“Que no tengamos ninguna injerencia de otros para que resolvamos nuestros problemas porque eso podría indicar que somos incapaces y yo, particularmente, no creo en la intromisión de otros Estados en los asuntos de otros”, afirma.

Cree que se debemos demostrar, en cambio, que los dominicanos somos capaces de dirimir nuestras diferencias  con nuestros vecinos sin la necesidad de que nadie intervenga para resolvérnoslo.

Por esa razón ofreció todo su respaldo al presidente de la República Danilo Medina quien, dijo, tuvo la iniciativa de retomar el dialogo con Haití aprovechando una cumbre de los países integrantes del Alba y Petrocaribe e invitando a Venezuela, como país anfitrión y otros organismos regionales a actuar como observadores de las discusiones.

Entiende que Venezuela, CARICOM, ONU y otros mecanismos regionales que puedan estar presentes en las conversaciones a su juicio eso garantiza que haya equilibrio, pero monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, afirma en forma tajante que estos no deben imponer ni intervenir para que haya una solución de los problemas entre haitianos y dominicanos.

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