A pesar de ser ampliadas las medidas de prevención por las autoridades de salud, los casos de cóleras siguen haciendo estragos en el país, y este viernes al menos 27 personas que se cree están afectado por esta enfermedad fueron ingresados a la Unidad de Enfermedades Diarreicas Agudas en el hospital Regional doctor Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, y en la misma fecha en el sector La Puya de Ahorro Hondo, en la capital, han sido registrado 40 pacientes sospechosos, tres de los cuales tuvieron que ser trasladados a un hospital y otros ocho son rehidratados.
En el caso de San Pedro de Macorís, la información la dieron a conocer médicos y dirigentes comunitarios de los barrios Punta Pescadora y Blanco de esa ciudad, lugares de donde proceden la mayoría de los pacientes y donde se dice han muerto tres personas.
En tanto, que dirigentes del Colegio Médico Dominicano (CMD) visitaron hoy la comunidad de El Aguacate, en La Puya de Arroyo Hondo, donde se ha desatado un brote de cólera que ha afectado a más de 40 personas de la comunidad.
En hora de la mañana al menos tres pacientes fueron llevados a hospitales, mientras que en la sala de rehidratación oral instalada por el Ministerio de Salud Pública en la comunidad, por lo menos ocho niños están recibiendo sales de rehidratación por presentar diarrea.
Allí los promotores de salud y voluntarios que trabajan reportan que desde ayer hasta hoy han atendido por lo menos 35 personas todos con síntomas sospechosos de cólera.
La visita fue encabezada por el presidente del CMD, Senén Caba, el infectólogo Clemente Terrero y la pediatra Mery Hernández, quienes hicieron un recorrido por todo el sector.
Las autoridades de Salud Pública han puesto letreros de clausura en diferentes manantiales y cañadas que bordean la zona, para evitar que la gente continúe bañándose en esas aguas.
Senén Caba, dijo que las condiciones en que viven las personas en esos lugares implica que el cólera durará en el país muchos años, y que esos brotes que se están presentando son evidencias de que hubo descuido de parte de las autoridades.
Dijo que en esos lugares antes de que aparecieran los primeros casos debió haberse mantenido una campaña permanente de promoción y establecer unidades de atención primaria donde se orientaran a las personas y acudieran allí ante los primeros síntomas.
Los dirigentes comunitarios demandan de las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) para que acudan a limpiar las cañadas que pasan por los alrededores de las casas y que se encuentran llena de basura.
El número de pacientes continuará aumentando a juicio de los facultativos y los dirigentes comunitarios, debido a las lluvias que se esperan en las próximas horas.
Martín Santana, presidente de la Junta de Vecinos de Barrio Blanco, asegura que la enfermedad hará estragos en ese lugar, debido a los altos niveles de hacinamiento.
“Aquí se han muerto pocos, todavía no sabemos cuantos caeremos, porque es que aquí la gente defeca en funda y la lanza al río y eso nos va a matar a todos” dijo Santana.
Mientras, la doctora Delka Reyes, directora provincial de Salud, dijo esta mañana que intentan controlar la infección y que no todos los que presentan los síntomas están afectados, aunque reconoció que el problema de educación es básico.
EN LA CIENAGA Y GUALEY
El cólera sigue provocando estragos en barrios de la capital. La bacteria que provoca la enfermedad se ha apoderado de ocho miembros de una familia en el sector Los Guandules, de los cuales tres se encuentran internos de gravedad, mientras se agrava el contagio de cólera en La Ciénaga.
De los ocho parientes de Victoria Batista, tres permanecen internos en estado de gravedad. Batista afirma que su esposo Tony, de 60 años, se encuentra recluido en el hospital Luis Eduardo Aybar en estado crítico, al igual que sus hijos Yohanna, de 22 años, y Ángel, de sólo dos años de edad. Al menos cuatro de sus hijos menores con edades entre 4, 6, 8 y 10 años han sido reingresados al centro médico confirmados con el cólera.
Y es que para los vecinos residentes en los alrededores de la cañada Santa Filomena del sector Los Guandules, la situación es alarmante.
El temor por contagiarse crece, ya que afirman que la bacteria que provoca el cólera ha afectado a otras personas del sector.
Las aguas negras arrastran innumerables desperdicios y heces fecales, que contaminan el medioambiente.
Cada vez que llueve, la cañada Santa Filomena desborda e inunda cientos de viviendas con las aguas cloacales.
Mientras en La Ciénaga los casos de personas con síntomas del cólera aumentan.
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