Aviones bombardean puerto
WASHINGTON, DC - Mientras el presidente Barack Obama advertía que evaluaba opciones militares contra el gobierno de Moamar Gadafi, las fuerzas leales al dictador recrudecían los bombardeos contra los rebeldes en la zona de Ras Lanuf
Obama le advirtió el lunes al gobierno de Libia que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN siguen considerando opciones militares en respuesta a lo que llamó "inaceptable" violencia perpetrada por los partidarios de Moamar Gadafi.
"Quiero enviar un mensaje bien claro a aquellos que rodean al coronel Gadafi. Corresponde a ellos decidir cómo proceden. Y serán responsabilizados por cualquier violencia que siga ocurriendo", dijo Obama en declaraciones en la Casa Blanca.
Aviones militares libios lanzaron numerosos ataques contra fuerzas opositoras el lunes, en el segundo día de una dura ofensiva gubernamental para impedir el avance de los rebeldes hacia la capital del país, bastión de Gadafi.
Obama dijo además que autorizó $15 millones en ayuda a las organizaciones internacionales y no gubernamentales que asisten y evacuan a las personas que huyen de la violencia en Libia. Más de 200,000 personas han escapado del país, en su mayoría trabajadores extranjeros, y han creado una crisis humanitaria en la frontera con Túnez, otro país del norte africano que recientemente fue escenario de protestas callejeras que causaron la caída de su autocrático presidente.
Centenares, posiblemente miles, de personas han muerto desde que comenzó la sublevación en Libia, aunque las severas restricciones a la prensa hacen prácticamente imposible tener una cifra precisa.
Estados Unidos y la ONU han impuestos sanciones al régimen de Gadafi, en tanto que fuerzas militares estadounidenses se han acercado a las costas libias para dar respaldo a demandas de la renuncia del gobernante libio.
Obama habló acompañado por la primera ministra australiana Julia Gillard, quien está en Washington para sostener diversas reuniones.
Bombardeos
Las fuerzas pro Gadafi volvían el lunes a empujar a la rebelión libia hacia el este, en medio de la sucesión de ofensivas y contraofensivas que tiene lugar desde hace una semana en torno de la estratégica zona de los puertos petroleros de Brega y Ras Lanuf.
El saldo de esta serie de enfrentamientos en una distancia de unos 180 km (los que van desde Brega hasta Ben Jawad, al oeste de Ras Lanuf) ha sido de al menos 25 muertos y un centenar de heridos, un balance que podría aumentar teniendo en cuenta que ambas partes están decididas a recuperar terreno.
Para un país cuya superficie es superior a las de Alemania, Francia y España juntas y un litoral de casi 1,500 km, esta situación no deja de ser llamativa y a menudo difícil de comprender desde el exterior.
Las fuerzas del régimen del líder libio Muamar Gadafi ya habían lanzado ataques en el oeste del país, pero en el este, donde la oposición se encuentra bien establecida desde el 17 de febrero, se vivía una frágil situación de status quo que se rompió el miércoles pasado.
Ese día, tropas de Gadafi intentaron tomar sin éxito Brega (unos 780 km al este de Trípoli), hasta ese momento el punto más occidental en esta región bajo control de los rebeldes, que han establecido su Consejo Nacional en Bengasi, la segunda ciudad del país a unos 1,000 km de la capital.
Brega es un puerto clave para la oposición por su importancia como terminal petrolera al exterior y de distribución de gas para la zona de Bengasi.
Además es la puerta hacia Ajdabiya, eje rutero que comunica al este de Libia con el oeste y el sur.
Sorprendidos en un primer momento, los rebeldes no solo lograron rechazar ese ataque a Brega sino que aprovecharon el impulso psicológico para pasar a la ofensiva.
Tras asentar su dominio en Brega el jueves, cientos de rebeldes se lanzaron el viernes hacia el oeste y por la noche habían tomado Ras Lanuf (unos 650 km de Bengasi), el otro puerto petrolero de esa región del Golfo de Sirte, tras violentos combates que dejaron una decena de muertos.
Un día después, los rebeldes habían avanzado hasta Ben Jawad, unos 60 km al oeste de Ras Lanuf, y ya pensaban lanzarse sobre Sirte, el feudo de Gadafi.
"Podemos entrar fácilmente a Sirte, pero queremos evitar pérdidas humanas. Por eso estamos negociando para ir a Sirte sin combates y de ahí continuar hacia Trípoli", había señalado con optimismo Namil Mashash, ex miembro del ejército y uno de los jefes de las fuerzas rebeldes en Ras Lanuf.
Sin embargo, Ben Jawad fue el punto más occidental al que llegaron hasta ahora las fuerzas de la oposición.
El domingo, las tropas pro Gadafi lanzaron una sangrienta contraofensiva y lograron recuperar esa ciudad, al precio de 12 muertos y unos 50 heridos.
Si la emboscada preparada en Ben Jawad por las fuerzas que responden al régimen sorprendió a los rebeldes, éstos ya tenían "informaciones sobre "movimientos de tropas desde el sur hacia Sirte", había admitido a la AFP el coronel Bachir El Magrebi, otro de sus líderes.
El lunes, siguiendo con esta nueva dinámica, la aviación bombardeó las afueras de Ras Lanuf, abandonado por la población despavorida, y el ejército parecía listo para reocupar ese puerto y continuar su avance hacia el este, hacia Brega, donde fueron derrotadas hace menos de una semana.
Univision. Com
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