Hace 21 años, el director japonés Akira Kurosawa, en su película de 1990 Dreams (Sueños) vislumbró que seis centrales nucleares explotaban y que a Japón se lo tragaba el mar.
La película fue vista anoche por comunicadores y cineastas en el Colegio Dominicano de Periodistas, como parte de un acto de solidaridad con Japón y que concluyó con una oración de apoyo a ese pueblo.
La premonición estremeció anoche a la concurrencia de la exhibición de la película de Kurosawa en el auditorio Orlando Martínez, del Colegio Dominicano de Periodistas, precedida de una declaración del presidente del CDP, Aurelio Henríquez, para que Japón sea apoyado por el mundo en las actuales circunstancias trágicas que vive.
En uno de los ocho cortos que la integran Dreams, titulado El Monte Fujiyama en Rojo, advirtió una tragedia originada por la erupción de ese volcán que provoca la explosión de seis plantas nucleares, cuya radiación mata a miles de japoneses y refiere que a otros muchos se los traga el mar.
El Monte Fuji en Rojo denuncia como se unen una catástrofe natural (la erupción del volcán) con la radiación y las aguas del mar, para exterminar casi toda la población japonesa, circunstancias de las que sobreviven únicamente, un ejecutivo de las plantas nucleares (quien se suicida tirándose al mar), una madre con sus dos hijos y un ciudadano que sirve de eje a la historia.
Antes de matarse, el ejecutivo explica los tipos de radiación que circundan el ambiente y que en la película se identifican con banderines de colores para cada cual. El ejecutivo llega a decir que esa clasificación cromática solo sirve para saber cual radiación “te ha matado” porque todas son mortales.
El parlamento del ejecutivo japonés describiendo la contaminación que se extiende ante los supervivientes dice: “Las nubes… La roja es de plutonio 239, un décimo de millón de gramo provoca cáncer. La amarilla es de Estroncio 90, se te mete dentro y causa leucemia. La violeta es de celsio 137, afecta la reproducción. Causa mutaciones, engendra monstruosidades. La estupidez humana es increíble, la radioactividad era invisible y, por ser peligrosa, le pusieron colores. Eso sólo sirve para saber cual de ellas te mató. Es la tarjeta de presentación de la muerte.”
Al final de la proyección, a la cual asistieron numerosos periodistas y se leyó una declaración de apoyo al pueblo japonés, Luz del Carmen Beato hizo una oración con toda la concurrencia tomada de las manos en círculo en el auditorio Orlando Martínez, pidiendo solidaridad por Japón. En su oración, expresó que esa nación enfrenta un desafío que habrá de superar.
Akira Kurosawa
Nació en Tokio en 1910. Su debut como director fue con “La leyenda del gran judo” (1943) y “La nueva leyenda del gran judo” (1945), historias llenas de espíritu nacionalista.
Se dio a conocer internacionalmente con “Rashomon” (1950), película que aborda una violación ocurrida en el siglo XI, y por la que resultó ganador del León de Oro de la Muestra de Venecia y del Oscar a la mejor producción extranjera en 1951.
La película fue vista anoche por comunicadores y cineastas en el Colegio Dominicano de Periodistas, como parte de un acto de solidaridad con Japón y que concluyó con una oración de apoyo a ese pueblo.
La premonición estremeció anoche a la concurrencia de la exhibición de la película de Kurosawa en el auditorio Orlando Martínez, del Colegio Dominicano de Periodistas, precedida de una declaración del presidente del CDP, Aurelio Henríquez, para que Japón sea apoyado por el mundo en las actuales circunstancias trágicas que vive.
En uno de los ocho cortos que la integran Dreams, titulado El Monte Fujiyama en Rojo, advirtió una tragedia originada por la erupción de ese volcán que provoca la explosión de seis plantas nucleares, cuya radiación mata a miles de japoneses y refiere que a otros muchos se los traga el mar.
El Monte Fuji en Rojo denuncia como se unen una catástrofe natural (la erupción del volcán) con la radiación y las aguas del mar, para exterminar casi toda la población japonesa, circunstancias de las que sobreviven únicamente, un ejecutivo de las plantas nucleares (quien se suicida tirándose al mar), una madre con sus dos hijos y un ciudadano que sirve de eje a la historia.
Antes de matarse, el ejecutivo explica los tipos de radiación que circundan el ambiente y que en la película se identifican con banderines de colores para cada cual. El ejecutivo llega a decir que esa clasificación cromática solo sirve para saber cual radiación “te ha matado” porque todas son mortales.
El parlamento del ejecutivo japonés describiendo la contaminación que se extiende ante los supervivientes dice: “Las nubes… La roja es de plutonio 239, un décimo de millón de gramo provoca cáncer. La amarilla es de Estroncio 90, se te mete dentro y causa leucemia. La violeta es de celsio 137, afecta la reproducción. Causa mutaciones, engendra monstruosidades. La estupidez humana es increíble, la radioactividad era invisible y, por ser peligrosa, le pusieron colores. Eso sólo sirve para saber cual de ellas te mató. Es la tarjeta de presentación de la muerte.”
Al final de la proyección, a la cual asistieron numerosos periodistas y se leyó una declaración de apoyo al pueblo japonés, Luz del Carmen Beato hizo una oración con toda la concurrencia tomada de las manos en círculo en el auditorio Orlando Martínez, pidiendo solidaridad por Japón. En su oración, expresó que esa nación enfrenta un desafío que habrá de superar.
Akira Kurosawa
Nació en Tokio en 1910. Su debut como director fue con “La leyenda del gran judo” (1943) y “La nueva leyenda del gran judo” (1945), historias llenas de espíritu nacionalista.
Se dio a conocer internacionalmente con “Rashomon” (1950), película que aborda una violación ocurrida en el siglo XI, y por la que resultó ganador del León de Oro de la Muestra de Venecia y del Oscar a la mejor producción extranjera en 1951.
No hay comentarios:
Publicar un comentario