Nuevo balance oficial: 1.886 muertos y 2.369 desaparecidos
Más de 500.000 personas han sido desplazadas desde el terremoto, el tsunami y la energía nuclear que vive Japón desde el pasado 11 de marzo, según informó este lunes la agencia estatal de noticias, Kiodo.
Entretanto, según la misma fuente, millones de personas ya han pasado tres noches sin agua, alimentos ni techo, sufriendo unas bajísimas temperaturas invernales.
El último balance oficial de víctimas de la Policía Nacional japonesa es de 1.647 muertos y 1.481 desaparecidos, según la agencia de noticias japonesa Jiji.
Aparte, según la Policía, aún no se ha logrado establecer contacto con unos 9.500 vecinos de la localidad Minamisanriku, una de las más afectadas por el brutal seísmo del pasado viernes.
En total vivían unas 17.000 personas en esta población, que ha quedado totalmente devastada.
Aunque la cifra oficial de fallecidos por el momento apenas supera los 1.600, el jefe de la Policía en la prefectura de Miyagi, Naoto Takeuchi, declaró ayer domingo que "no cabe duda" de que hay más de 10.000 fallecidos.
70.000 NIÑOS DESPLAZADOS POR EL TSUNAMI
El terremoto y posterior tsunami que sacudió la costa oriental de Japón el pasado viernes ha provocado el desplazamiento de más de 70.000 niños, que se han visto obligados a refugiarse en centros de evacuación.
Así lo afirmó este lunes Save the Children, que cuenta con personal en las zonas afectadas para asegurarse de que los niños afectados reciben la protección y el cuidado necesarios para que puedan volver a su vida normal lo antes posible.
El coordinador de Save the Children en Japón, Stephen McDonald, señaló que los centros donde se encuentran estos menores "nada tienen que ver con un hogar y pueden provocarles miedo y ansiedad".
McDonald apuntó que, además, existe el riesgo de que muchos niños "hayan sido separados de sus padres y sus familias tras la triple emergencia: el terremoto, el posterior tsunami y los incidentes nucleares.
Es muy importante que demos apoyo a los padres y a los hijos que están luchando por rehacer sus vidas tras el desastre". Save the Children tiene un equipo en Sendai, una de las zonas más afectadas, y trabaja para establecer una base de operaciones para proporcionar ayuda de emergencia a los niños afectados y sus familias.
Además, ha enviado equipos desde Tokio para crear una red de espacios seguros para niños donde puedan jugar y que permitan a los padres darse un descanso mientras se registran para obtener ayuda de emergencia o buscan a otros familiares. Save the Children destacó que los niños son "siempre" las personas más vulnerables en las emergencias y cifró en 5 millones de dólares (unos 3,6 millones de euros) los fondos necesarios para hacer frente
a sus necesidades, como apoyo psicológico, la creación de espacios seguros o controlar la situación en las zonas cercanas a las plantas nucleares.
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