El primer ministro de Japón, Naoto Kan, ha afirmado este domingo que confía en que se superará la situación provocada por el terremoto y el posterior tsunami del viernes pasado, aunque es, a su juicio, la más grave que ha sufrido el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro nipón, Naoto Kan, pidió hoy unidad a sus conciudadanos para afrontar las consecuencias del grave terremoto del viernes, que calificó como la peor crisis que afronta Japón desde el final de la II Guerra Mundial.
Kan dijo que la situación es "preocupante", al tiempo que mostró su gratitud y "respeto" por la calma con que la población japonesa ha hecho frente al seísmo, que con 9 grados de magnitud ha sido uno de los más graves de la historia.
"No será fácil, pero superaremos esta crisis, como hemos hecho en el pasado", aseguró el jefe del Gobierno de Tokio.
Kan compareció esta tarde en televisión para dejar claro al pueblo que el futuro de la nación se verá determinado por la manera en que se enfrenten a la tragedia.
"Es la crisis más grave para Japón desde que terminó la guerra hace 65 años", afirmó.
Una de las primeras medidas del Ejecutivo ha sido autorizar a las empresas Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power a efectuar cortes de electricidad de hasta tres horas de duración al día, a partir de mañana, para garantizar el suministro en las zonas del noreste del país afectadas por el temblor y posterior tsunami.
"Ha sido una decisión muy difícil, habrá gente que se quedará sin luz", señaló Kan.
El líder nipón indicó que las compañías podrán interrumpir el abastecimiento si lo necesitan y tomar electricidad de otras empresas para evitar apagones en las provincias de Aomori, Iwate, Miyagi y Fukushima.
Kan advirtió de las "graves consecuencias" que tendría para la economía un suministro eléctrico irregular, como una escasez de comida o agua potable.
Dos días después del terremoto en el noreste de Japón, millones de personas siguen hoy sin electricidad ni agua corriente en las zonas afectadas, mientras el Gobierno alerta de que puede haber apagones si no se ahorra luz.
El primer ministro también se refirió al riesgo de fugas de materia radiactiva tras la explosión de anoche en una central nuclear de la provincia de Fukushima, que las autoridades insisten que no dañó al reactor.
"Se ha emitido radiación al aire, pero no una gran cantidad. Esto es diferente del accidente de Chernóbil, aunque estamos trabajando para impedir que se extienda la fuga", dijo Kan.
El primer ministro nipón, Naoto Kan, pidió hoy unidad a sus conciudadanos para afrontar las consecuencias del grave terremoto del viernes, que calificó como la peor crisis que afronta Japón desde el final de la II Guerra Mundial.
Kan dijo que la situación es "preocupante", al tiempo que mostró su gratitud y "respeto" por la calma con que la población japonesa ha hecho frente al seísmo, que con 9 grados de magnitud ha sido uno de los más graves de la historia.
"No será fácil, pero superaremos esta crisis, como hemos hecho en el pasado", aseguró el jefe del Gobierno de Tokio.
Kan compareció esta tarde en televisión para dejar claro al pueblo que el futuro de la nación se verá determinado por la manera en que se enfrenten a la tragedia.
"Es la crisis más grave para Japón desde que terminó la guerra hace 65 años", afirmó.
Una de las primeras medidas del Ejecutivo ha sido autorizar a las empresas Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power a efectuar cortes de electricidad de hasta tres horas de duración al día, a partir de mañana, para garantizar el suministro en las zonas del noreste del país afectadas por el temblor y posterior tsunami.
"Ha sido una decisión muy difícil, habrá gente que se quedará sin luz", señaló Kan.
El líder nipón indicó que las compañías podrán interrumpir el abastecimiento si lo necesitan y tomar electricidad de otras empresas para evitar apagones en las provincias de Aomori, Iwate, Miyagi y Fukushima.
Kan advirtió de las "graves consecuencias" que tendría para la economía un suministro eléctrico irregular, como una escasez de comida o agua potable.
Dos días después del terremoto en el noreste de Japón, millones de personas siguen hoy sin electricidad ni agua corriente en las zonas afectadas, mientras el Gobierno alerta de que puede haber apagones si no se ahorra luz.
El primer ministro también se refirió al riesgo de fugas de materia radiactiva tras la explosión de anoche en una central nuclear de la provincia de Fukushima, que las autoridades insisten que no dañó al reactor.
"Se ha emitido radiación al aire, pero no una gran cantidad. Esto es diferente del accidente de Chernóbil, aunque estamos trabajando para impedir que se extienda la fuga", dijo Kan.
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