Las carencias económicas y otras necesidades que dificultan la vida de muchos de los habitantes de la provincia Independencia es tal, que han llegado al extremo de tener que empeñar a prestamistas la denominada Tarjeta Solidaridad que suministra el Gobierno a familias pobres.
Muchas de las más de 800 familias de la comunidad de Duvergé que poseen la Tarjeta Solidaridad que otorga el Gobierno, las empeñan a prestamistas por un monto inferior al consignado en las mismas ante la necesidad imperiosa de conseguir algo de dinero”, dijo en El Gobierno de la Tarde de la Z101 un joven de esa comunidad del empobrecido Sur profundo.
Según relató el joven Claudio Peña, los prestamistas y colmaderos se aprovechan de la miseria de la gente y están estafando a los favorecidos por el programa gubernamental, ya que les incautan las Tarjetas a cambio de menos dinero.
“Estas tarjetas que entrega el Gobierno a personas de muy escasos recursos económicos en todo el país, están siendo usadas por los beneficiarios de esta zona como una especie de pieza de intercambio para resolver algún problema de emergencia que se les presenta”, aseguró.
Peña denunció que los prestamistas, en combinación con los colmaderos que están autorizados a realizar las transferencias para que los dueños de dichas tarjetas obtengan los productos alimentarios de primera necesidad, les están quitando casi la mitad de los recursos que les depositan para realizar sus compras, que pueden alcalzar hasta los 500 pesos.
Ante la situación, el preocupado ciudadano hizo un llamado al vicepresidente y jefe del gabinete de Política Social del Gobierno, Rafael Alburquerque, para que ordene realizar una investigación al respecto, y así poner fin fin a este acto desleal e insólito que afecta a cientos de familias de Duvergé y otras comunidades aledañas.
El denunciante aseguró, además, tener pleno conocimiento de personas y comercios que abusan de las familias beneficiadas con las Tarjetas Solidaridad, que aunque no quiso identificar, avanzó que en la práctica están involucrados unos cinco prestamistas, desde hace al rededor de cuatro meses.
Dijo que luego de entregar una suma inferior al monto asignado, los prestamistas retienen las tarjetas y retiran los fondos cuando el gobierno los deposita. La práctica se realiza en contubernio con colmaderos de la zona, y se ha convertido en un círculo vicioso que se renova de mes en mes.
Atención Indotel y Claro
En otro orden, el denunciante, quien se hizo acompañar de Carlos Andrés Matos, otro ciudadano de la comunidad de Duvergé, hizo un llamado al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones y a la compañía telefónica Claro Codetel, para que pongan en funcionamiento las antenas repetidoras instaladas en las comunidades El Limón, Boca de Cachón y Vengan a Ver, de la misma provincia.
Ambos señalaron que a falta de estas antenas, los moradores de las señaladas comunidades deben viajar hasta 12 kilómetros para conseguir la señal y poder llamar por celulares.
Esta situación, dicen, los coloca en un atraso tecnológico y poblacional en pleno curso del siglo XXI. Tampoco disponen de líneas telefónicas residenciales ni Internet, lo que los sitúa en los últimos lugares en cuanto a la información y la comunicación.
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