Mientras se el sigue pagando a los Policías, Guardias, Marinos y miembros de la Aviación la miseria de RD $4 MIL pesos de salario mensual
Por Nemen Nader Rodríguez –
El presidente Leonel Fernández dispuso el día martes 9 de noviembre reclutar dos mil nuevos policías y recuperar otros miles que sirven a funcionarios y particulares para reforzar el patrullaje policial que contaría con unos 14 mil agentes policiales y poder así enfrentar con relativa eficacia a la creciente delincuencia.
Ante una inusitada escalada de criminalidad, el mandatario ha declarado en sesión permanente al Consejo de Seguridad Ciudadana, con cuyos integrantes sostuvo un encuentro la noche del miércoles en el Palacio Nacional, durante el cual se anunció un próximo encuentro nacional para coordinar acciones comunitarias contra crímenes y delitos.
Se recibe como medida oportuna y saludable el envío a las calles de 14 mil policías en la intención de recuperar espacio y sosiego vulnerados hoy por camadas de antisociales que virtualmente han tomado control de barrios populares y sectores residenciales.
Pero como siempre prevalece la apatía y la injusticia en estas reuniones llamadas Consejo de Seguridad Ciudadana que por el nombre rimbombante crea la imagen de un monstruo y no es mas que otro nombre para llenar el que hacer burocrático de su gobierno y otra organización fantasma para realizar gastos en reuniones y comederas, mientras se el sigue pagando a los Policías, Guardias, Marinos y miembros de la Aviación la miseria de RD $4 MIL pesos de salario mensual.
La ciudadanía debería aplaudir y reclamar que se cumpla la orden presidencial de recuperar a miles de agentes policiales virtualmente secuestrados por funcionarios y particulares, incluidos periodistas, que degradan el quehacer de esos agentes a labores domésticas o a alimentar el ego de gente con ínfulas y miedo, que se han agenciado pequeños ejércitos de espalderos pagados por el Estado.
Todos los agentes policiales, con excepciones bien justificadas, deben estar en sus cuarteles listos para desalojar a los delincuentes de las calles, porque llora ante la presencia de Dios que ante el auge de la violencia y criminalidad, miles de policías estén al servicio de personas con privilegios que para cuidarse de propia sombra deberían comprarse un perro prieto.
O dejaremos que el pueblo tome la justicia en sus manos como ha ocurrido en algunos barrios y pueblos donde los actores de Robos, Violaciones, Robos y Asesinatos, son ajusticiados por el pueblo con el riesgo siempre de que pague la culpa cualquier inocente. Esa es la ley del pueblo... y es la Ley de Dios...
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