Villa Altagracia , San Cristobal.- .A los compradores de chatarras han ido a parar piezas y maquinarias de la clausurada Industria Nacional del Papel, con la complicidad de militares y vigilantes privados que asumieron su custodia desde su cierre en 1998.
Después de 14 años de cierre, lo que fue Induspapel, una de las empresas líder en el ramo de papelería y cartones arrugados para la confección de cajas, sólo quedan hoy en sus instalaciones, maquinarias que por su peso no han podido llevarse.
La Industria Nacional del Papel (Induspapel) era una de las principales empresas del Estado por sus aportes económicos, pero fue cerrada durante el primer gobierno del presidente Leonel Fernández
Persianas, archivos, escritorios, lámparas, alambres eléctricos, bombas hidráulicas, y un almacén lleno de repuestos al momento de su cierre, han desaparecido.
Tras su cierre en 1998, la Comisión de Reformas de Empresas del Estado (CREP) asumió el inmueble para su capitalización, pero el pillaje a que ha sido sometido no ha suscitado el interés en futuros inversionistas.
El lugar constituye un museo de terror donde pululan, ratas, culebras, ciempiés, cucarachas y otros insectos y rastreros.
Su construcción, que data del 1959 se deteriora vertiginosamente, devaluando su coste, y ante su inminente desplome, la Fundación para el Desarrollo Barrial y Medio Ambiente, y la Federación de Juntas de Vecinos, claman para que las autoridades busquen alternativas que solucionen el alto desempleo que afecta la comunidad.
La señora Milagro Mejía, presidenta de la Federación de Juntas de Vecinos, indicó que el retiro de la mayoría de las empresas de zona franca ha agudizado la pobreza en Villa Altagracia, cuya prosperidad comenzó a declinar con el cierre del Ingenio Catarey en 1986 y el desmantelamiento de Induspapel en 1998.
Junto con la escasez de agua estos se han convertido en los principales problemas que afectan a los munícipes.
Villa Altagracia es uno de los municipios más grandes del país con una extensión de 250 kilómetros cuadrados y una población que supera los 100 mil habitantes, de los cuales 47 mil son votantes.
Mejía sostuvo que este municipio es más grande en extensión que provincias como Hato Mayor o San José de Ocoa.
Explicó que por la falta de empleo la gente se dedica al chiripeo, a la construcción y otros tienen que viajar diariamente a la capital donde laboran en algunas empresas, negocios o simplemente venden mercancías en las calles.
De acuerdo con la presidenta de la Federación de Juntas de Vecinos, muchas de las mujeres de Villa Altagracia trabajan como domésticas en casas de familia de clase media y alta de la capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario